Para este informe consultamos a cuatro actores fundamentales: quien debe hacerse cargo, el Delegado de Recursos Hídricos de la provincia de Córdoba; los representantes de los damnificados (intendentes de Las Acequias y La Carlota) y una voz de los que siempre cargaron con la culpa: los areneros. Por lo tanto querido lector, aquí iniciamos juntos este desafío.
“La localidad más afectada es La Carlota porque el río nos atraviesa. Por Canals no pasa. Las Acequias, Alejandro Roca y Los Cisnes están distantes de la costa que además tiene barrancas muy altas, no hay desbordes. En el año 2007 nos inundamos el 90% del pueblo, teníamos sesenta centímetros de agua adentro de nuestras casas” enfatiza Fabio Guaschino, mandatario entrevistado.
Para poner las cartas sobre la mesa Gastón Tomatis, líder de Las Acequias, también comentó a Otro Punto: “Recuerdo que cuando yo era pequeño, todas las familias de la localidad iban al río a bañarse, si bien no era un atractivo turístico, lo aprovechaban. Pero hubo niños que padecieron infecciones cuando se metían en el río y desde hace ya 15 años, la gente dejo de ir”.
A lo largo del tiempo hubo cruces, reclamos y denuncias que fueron apuntando a diferentes sospechosos: la deforestación, la extracción de áridos, obras que no lograban consensos como los famosos “azudes” o el último conflicto latente y preocupante, la falta de tratamiento de los efluentes cloacales. Todos y cada uno muestran la irresponsabilidad del ser humano en sus prácticas y generan la sensación de que el río termina donde se acaban mis derechos.
Néstor Giacomi, Delegado de Recursos Hídricos de la provincia de Córdoba, no tuvo inconvenientes en reconocer fallas y aciertos: “Hoy las problemáticas del río no tienen una solución cien por cien pero las tenemos muy controladas. Cada extracción de arena que se hace, tiene una guía determinada. La arenera presenta una declaración jurada mensual de los metros cúbicos que va a trabajar y paga una ocupación de cauce semestral, prácticamente como se hace con los cereales”. El referente destacó además que cuentan con dos geólogos abocados a la medición del cauce del río y su conservación.
Es que pensar en la dicotomía economía-medioambiente es como usar una frazada corta: si te cubrís la cabeza, se te destapan los pies. Resulta imposible separar estas cuestiones cuando nos proponemos discutir sobre el Chocancharava y su impacto sobre la región.
“Ser arenero es un trabajo como cualquier otro, no tenemos la intención de dañar el medio ambiente. Las primeras extracciones en Río Cuarto fueron en 1945. En ese tiempo era poca la actividad, pero se fue expandiendo con la misma ciudad, a medida que avanzaba la construcción demandaba más arena. Allí comenzó el desafío de regular la extracción de áridos. Nosotros conformamos una Cámara de Areneros para tal fin, pero fue un trabajo muy duro y por eso hoy, muchos no nos quieren. Marcábamos los errores y al gobierno provincial no le gustaba” explica Eduardo Yachino, trabajador con vasta trayectoria en la materia.
Entre Costa del Tambo y Reducción, puntos distanciados por un total de 78 kilómetros, el gobierno provincial cuenta 38 areneras habilitadas. Sólo en la ciudad de Río Cuarto, además hay 23 familias que se dedican a la extracción de áridos con carros, distribuidas en los barrios Las Delicias, Oncativo, Antártida Argentina e Islas Malvinas. Hace un año que ya no se otorgan licencias de trabajo, sin embargo, las cifras asustan.
Eduardo Yachino agrega detalles de la realidad del sector: “Hoy lo permitido son 300 m3 mensuales para los carreros y 900 m3 para los areneros medianos. No se cumple, olvídate. Por más que quisiéramos cumplir, no nos rinde. Ellos (los gobernantes) ponen esos números como para decir que hicieron algo, para la foto”.
La sorpresa es que los intendentes no atribuyen sus problemáticas a la extracción de áridos. Fabio Guaschino en referencia a La Carlota, explicó: “Entre Río Cuarto y Los Cisnes la pendiente es muy alta, eso permite que el río arrastre elementos sólidos. Pero desde Los Cisnes hasta Canals hay un estancamiento, en 50 kilómetros la caída es sólo de siete metros. Es decir, si hubiese arena gruesa, el agua tampoco tendría la fuerza para trasladarla. Por este motivo nuestra parte del río es un gran depósito de sedimentos y partículas finas; y el lecho se hace cada vez más alto”.
“Lo que sí nos afectó mucho desde la ciudad de Río Cuarto es la falta de tratamiento de aguas residuales. Nosotros hacemos una medición de calidad dos veces por año y si bien ya se nota una mejoría, sería fundamental que se completen las obras en la nueva planta depuradora y funcione en su totalidad” reclamó Gastón Tomatis, intendente de Las Acequias.
Ahora las expectativas están dirigidas en dos direcciones, que implicarían grandes obras y la articulación de instituciones y actores sociales en el desarrollo de políticas públicas.
“Córdoba es una provincia semiárida obligada a administrar el agua y eso ha hecho con los diques Los Molinos, San Roque, Piedras Moras, etc. El único que carece de una regulación río arriba es el Chocancharava. Durante el mandato de Néstor Kirchner (año 2005) hubo un proyecto para atender los problemas hídricos de la región pampeana, pero se cae cuando se arma el lío de la 125. El gobierno provincial se puso a favor de los productores agropecuarios y recién ahora retomamos el diálogo con Nación. Esa sería la única manera de controlar las inundaciones” resaltó Fabio Guaschino.
La otra gran apuesta fue la conformación de la Reserva del Chocancharava en el 2018. “Son 218 hectáreas protegidas donde la extracción de arena, la tala de árboles y la caza de aves están totalmente controladas por la Patrulla Rural, un guardaparque y por los bomberos. También sumamos la designación de un Delegado de Cambio Climático y Catástrofes. Antes era tierra de nadie pero quédense tranquilos que la provincia está trabajando a full con este tema” sentencia Néstor Giacomi, representante de Recursos Hídricos.
“Están trabajando muy bien en la Reserva, pero a nosotros no nos llegan esas acciones. Recién están en una primera etapa, abocados a la ciudad de Río Cuarto. Por eso tenemos el proyecto de hacernos cargo de las 60 hectáreas entre Acequias y Reducción, junto con estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba y el Ministerio de Ambiente de la Nación. Hay cuestiones que serán graduales, pero por lo menos empezamos por casa”, concluye Gastón Tomatis.
En definitiva, resulta que la meta más difícil para el sur provincial sigue siendo el trabajo mancomunado y el acuerdo entre sectores para la valoración y el cuidado de nuestros recursos.
Por Vanesa Pérez García.